La fiebre de un sábado azul
y un domingo sin tristezas.
Esquivas a tu corazóny destrozas tu cabeza,y en tu voz, sólo un pálido adios
y el reloj en tu puño marcó las tres.
y un domingo sin tristezas.
Esquivas a tu corazóny destrozas tu cabeza,y en tu voz, sólo un pálido adios
y el reloj en tu puño marcó las tres.